domingo, 22 de febrero de 2009

Ladrillo, cal y azulejo. La arquitectura regionalista en Palma del Río


Cuando hacemos referencia a la denominada “arquitectura regionalista” hablamos de un estilo propio que igualmente se ha dado en llamar “arquitectura de la Exposición”. Sin duda, esta arquitectura “vistió” a Sevilla para la Exposición-Iberoamericana de 1929, y surge como una solución estética a la crisis planteada cuando la arquitectura ecléctica del siglo XIX no puede dar más de sí. Como ejemplos más significativos de dicho movimiento podemos mencionar la Plaza de España y el Hotel Alfonso XIII de Sevilla.

Como bien apunta Alberto Villar Movellán, es errónea la denominación de “estilo sevillano”, “si se utiliza ignorando que cada arquitecto, cada erudito casi, tuvo entonces una idea propia de lo que era “estilo sevillano”, porque, en pocas palabras, sevillano es todo estilo que en la historia se haya manifestado en Sevilla, y ninguno es de origen sevillano” [1] .

El ámbito cronológico donde se sitúa esta estética la podemos encuadrar entre 1905 y la década de los años 30, momento en que asistimos a la disolución del movimiento regionalista. El regionalismo creó su propio lenguaje artístico que evolucionó con el transcurso del tiempo, partiendo de un neomudéjar, donde prima la utilización del ladrillo visto en fachadas combinado con azulejos de lacería, hasta acabar en un neobarroco cultista representado por la figura de Aníbal González.


La arquitectura regionalista en Palma

Palma, tan cerca culturalmente de Sevilla, no queda al margen de esta corriente artística, pues posee varios ejemplos significativos que podemos encuadrarlos dentro de esta estética: Plaza de Abastos, el remodelado Teatro Coliseo, Colegio Primo de Rivera y el inmueble localizado en C/ Castillejos nº 8. Algunos de ellos, concretamente la Plaza de Abastos y el Colegio Primo de Rivera, se engloban dentro de una serie de proyectos de obras públicas que se abordan desde el Cabildo municipal. Así, como obras públicas más destacadas de los años 20 están el abastecimiento de agua potable, la construcción de un grupo escolar y la Plaza de Abastos, y el ensanche de la C/ Cárdenas (actual Avda. de Córdoba). Para ello, ya en 1928, el Pleno del Ayuntamiento acuerda solicitar un préstamo al Banco Español de Crédito de 650.000 ptas. [2]. Por aquella época el Cabildo Municipal estaba compuesto por Rafael Calvo de León y Torrado como Alcalde, y los concejales Manuel Aguilar Ruiz, Pedro Ruiz Aguilar, Manuel Rodríguez, Juan Calvo de León, Francisco Díaz Peso, Antonio González, Manuel Jiménez, José López León, Antonio Guzmán y Fernando Tirado.

Ya en enero de 1929 el Cabildo posee el proyecto de construcción del Colegio Primo de Rivera, autorizado por el ingeniero Julián Azofra Herrería y el arquitecto Enrique Tienda Pesquero [3]. Precisamente la arquitectura escolar sería uno de los ámbitos, dentro de la nueva estética, que más aceptación tendría por parte de la sociedad. Alejandro Guichot, uno de los teóricos del regionalismo, expuso sus ideas de cómo había de ser un grupo escolar: “Imagina la escuela con dos bloques, uno masculino, otro femenino, de idéntica estructura, separados por un camino y sobre una superficie de 68.000 metros cuadrados. Cada grupo sería capaz para 500 alumnos y dispondría de los siguientes servicios: campos de juego; zona de arbolado y jardines para la enseñanza al aire libre; 11 aulas de 120 metros cuadrados cada una para 46 alumnos como máximo; oficinas, dirección, sala de profesores y sala de alumnos”[4]. Aunque el conocido popularmente como “Colegio del Parque” no se llevó a cabo con la precisión que él argumentaba, sí participa de muchas de esas características. En el proyecto presentado en Cabildo, consta que una escuela sería para niños y la otra para niñas; uno de los grupos se situaría en el Parque, terrenos propiedad del Ayuntamiento, y el otro justo enfrente, en terrenos propiedad de D. Julio Muñoz Morales, por lo que se decide expropiar dicha parcela en función de su utilidad pública. Según el proyecto, el presupuesto para la construcción de ambos grupos escolares ascendía a 153.000 ptas. [5].

Poco después se presenta al Pleno del Ayuntamiento el proyecto de construcción del Mercado Público, autorizado por los mismos técnicos que el de los grupos escolares. Su presupuesto constaba de 53.434 ptas y para su ejecución era necesario expropiar y demoler una casa en la Plaza de Sagasta (actual Plaza de España), dos casas de la C/ Castillejos y otros dos inmuebles de la C/ Plata [6].
A simple vista, la Plaza de Abastos responde a una estética totalmente diferente a la del Colegio Primo de Rivera. En el Mercado destaca la utilización del ladrillo visto en la fachada y la composición neobarroca de la portada, característica a la que ya hemos hecho mención anteriormente como una de las etapas de la arquitectura regionalista.

Hablamos ya por último de los dos inmuebles que se construyen desde el sector privado. La casa de la C/ Castillejos nº 8, responde a ese influjo neomudéjar que ya mencionábamos, donde adquiere gran importancia la utilización en fachada del azulejo con motivos mudéjares y el ladrillo visto. En el actual Teatro Coliseo se puede apreciar uno de los elementos más comunes y característicos de la estética regionalista, el torreón-mirador, bastante frecuente en los inmuebles sevillanos.

Vista ya brevemente la presencia de la arquitectura regionalista en Palma, nos puede llevar a confusión la distinta tipología de dichos inmuebles, aunque todos son coetáneos. Sin embargo, hemos de decir que representan a la perfección las distintas “corrientes” que se dan en dicha estética: por un lado, encontramos dos inmuebles que podríamos encasillarlos dentro de un “casticismo” basado en la arquitectura local, especialmente en la arquitectura blanca, que son el Colegio Primo de Rivera y el Teatro Coliseo; otra tipología sería la del neomudéjar, representado por el inmueble de la C/ Castillejos nº 8; y por último un neobarroco en la Plaza de Abastos.

En definitiva, a pesar de la brevedad de su existencia, la estética regionalista llegó a tener una importancia más o menos relativa en su época, llegando a transformar gran parte de la ciudad de Sevilla con motivo de la Exposición de 1929 (muchos de los pabellones, hoteles y edificios para espectáculos que se construyeron por este motivo aún se conservan), aunque el verdadero sentido hay que buscarlo en la idea de un movimiento regeneracionista que se reaviva tras la crisis del 98: es el regionalismo. A este movimiento corresponde una forma de entender la política, la literatura, y también la arquitectura.

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[1] VILLAR MOVELLÁN,A. “En torno a la arquitectura de la Exposición”. El Coliseo en Sevilla. Banco de Vizcaya. Sevilla, 1979. Pag. 1.
[2] A.M.P.R. Actas Capitulares. Cabildo 2/07/1928.
[3] A.M.P.R. Actas Capitulares. Cabildo 22/01/1929.
[4] VILLAR MOVELLÁN,A. “En torno a la arquitectura de la Exposición”. El Coliseo en Sevilla. Banco de Vizcaya. Sevilla, 1979. pag. 11.
[5] A.M.P.R. Actas Capitulares. Cabildo 22/01/1929.
[6] A.M.P.R. Actas Capitulares. Cabildo 22/07/1929.

martes, 10 de febrero de 2009

Mitos y leyendas I. Las naranjas y los franciscanos

Iniciamos hoy una serie de entradas en las que queremos contar algunas leyendas que de tiempo inmemorial se escuchan por Palma: las naranjas de los franciscanos, fray Junípero Serra, los túneles de San Francisco, los de la Mesa de San Pedro, la Dama blanca, el fantasma de las Caballerizas, el origen judío de algunos linajes de Palma, etc... La fantasía popular ha hecho que a lo largo del tiempo los hechos históricos se mezclen con el misterio y la ficción, haciendo difícil discernir hasta dónde llega lo real y comienza la imaginario.
El primero de los mitos a los que hago referencia siempre me ha llamado especialmente la atención. Según se ha comentado siempre en Palma, las primeras naranjas que llegaron a California fueron llevadas por los monjes franciscanos del convento de San Francisco de nuestra localidad. En su labor evangelizadora del Nuevo Mundo llevaron varias semillas de naranjos palmeños. Esta leyenda tiene un nexo de unión, o mejor dicho, una segunda parte según la cual fray Junípero Serra pasó algunos años en nuestro convento y de aquí pasó a la evangelización de California. El paradigma de este mito lo encontramos hace algunos años cuando un conocido propietario, descendiente de antiguos latifundistas locales, presentó en el Ayuntamiento una petición por la cual pedía se le certificase que las naranjas de "su huerta" eran las que originariamente llevaron los franciscanos a California: mito y realidad entrelazados de tal forma que roza el ridículo.

Vayamos por partes, como diría Hannibal. Es cierto, y está documentado, el cultivo de la naranja en Palma desde al menos el s. XV. También es cierto que un buen contingente de monjes franciscanos salieron de Palma con la misión de evangelizar América. Sin embargo, según los datos aportados por un proyecto de investigación en el que me encuentro actualmente, el destino de estos monjes fue más bien Perú y La Florida, así que a California nada de nada. Por otra parte, la introducción de la naranja en América parece estar bastante documentada. Al parecer, según fray Bartolomé de las Casas, Colón en su segundo viaje a América llevó, entre otras cosas, semillas de naranjas y limones que debieron ser plantadas en La Española y La Isabela. De igual forma, Bernal Díaz del Castillo nos narra la llegada de las primeras naranjas al continente: "yo sembré unas pepitas de naranja junto a otra casa de ídolos, y fue de esta manera: que como habíamos muchos mosquitos en aquel río de Tonalá, fuémonos diez soldados a dormir en una casa alta de ídolos, y junto a aquella casa las sembré, que había traído de Cuba, y nacieron muy bien, porque los papas de aquellos ídolos las beneficiaban y regaban y limpiaban desque vieron que eran plantas diferentes de las suyas; de allí se hicieron de naranjas toda la provincia".

A favor de la leyenda juega el hecho de que es cierto que los franciscanos introdujeron la naranja en California a través del Camino Real de California en la segunda mitad del s. XVIII.

Pero, ¿cómo encaja fray Junípero en todo esto? La tradición relata que pasó algunos años en el convento de San Francisco y de aquí marchó hacia California. Si, si, realmente estuvo en Palma, pero en Palma de Mallorca! La falsificación de los hechos llega a su máximo exponente. Fray Junípero nunca estuvo en Palma del Río. ¿Quién podía inventarse tamaña deformación de los hechos? En mi opinión, creo que la principal promotora fue la fantasía popular, a la que se unió cierta visión de la Historia por parte de la historiografía franquista, en la cual se tendía a realzar los valores patrios y católicos, junto con las "grandes gestas" de ciudadanos locales.

viernes, 30 de enero de 2009

Restauración de la Puerta del Sol


Recientemente los palmeños pueden apreciar si pasan por la Plaza del Ayuntamiento o sus inmediaciones, que el acceso a la Parroquia de Nra. Sra. de la Asunción ha cambiado de aspecto de una forma significativa. Desde hace algunos años se viene acometiendo lo que se ha dado en denominar "recuperación de la Puerta del Sol". En un primer momento se realizó una limpieza parcial de la bóveda de ladrillo que cubre el interior de la puerta. Poco después, se demolió la cochera adosada al torreón almohade. Posteriormente, se procedió a la apertura de la primera de las puertas del acceso en recodo de época almohade que se encontraba tapiada, lo que permitió descubrir un hermoso arco de herradura. Y finalmente, se ha procedido a la restauración del interior del acceso en recodo en su totalidad (arcos, alfices, paramentos y bóveda).

La Puerta del Sol constituye uno de los pocos ejemplos de arquitectura defensiva almohade que se conservan en la comarca. Era una de las entradas de la ciudad musulmana, y como tal, debía estar bien defendida.Para ello, como era típico en la época, se construyó una puerta en recodo, la cual, mediante un sistema de dobles puertas, el enemigo que quisiera entrar en la ciudad debía acometer la toma de dos puertas situadas en ángulo recto, ingenio almohade por excelencia. Posteriormente, ya en el siglo XVI, el acceso sufrió una gran reforma con la demolición de una de sus paredes (la que da al Ayuntamiento) con objeto de ampliar el acceso al interior del recinto amurallado, y es que ya en ese siglo había perdido su carácter defensivo. De igual forma, se destruyó parcialmente la segunda de las puertas en recodo y se construyó una bóveda de ladrillos de canto formando bovedillas.

La restauración ha corrido a cargo de Mariló Cardo Pacheco, quien, realizando un gran trabajo de documentación de los restos que aún se conservaban, ha conseguido recuperar el aspecto original que debió tener la puerta en el siglo XVI. Recordemos que esta restauradora ya es una vieja conocida de los palmeños, ya que anteriormente junto con Domingo Coto llevaron a cabo la restauración de las portadas de la iglesia de Santa Clara, las hornacinas de su iglesia, las del coro y el friso exterior del mismo edificio. La fotografía que encabeza esta entrada corresponde al estado en que se encontraba la Puerta del Sol hace algunos años, y visto el aspecto que presenta en la actualidad (el resto de las fotografías), no podemos sino congratularnos y felicitar a la restauradora por el magnífico trabajo realizado. Vaya desde aquí nuestra más sincera felicitación.

domingo, 25 de enero de 2009

Historia de la provincia de Los Ángeles

Entre las curiosidades que se encuentran por la red, destacamos en esta ocasión la famosa Historia de la Santa Provincia de Los Ángeles de la Regular Observancia y Orden de Nuestro Seráfico Padre San Francisco, escrito por fray Andrés de Guadalupe en 1662. En ella, aparte de escribir la biografía de fray Juan de La Puebla (fundador de esta provincia franciscana y de muchos de los conventos que la formaban) se realiza una descripción de las diferentes fundaciones de los conventos más cercanos a nuestra localidad. De hecho, durante muchos años ha sido la principal fuente bibliográfica en la que se han basado muchos historiadores para glosar la historia de cada convento. En ella se nos cuenta las diversas vicisitudes que se llevaron a cabo para la fundación de los conventos Nra. Sra. de Belén de Palma, Santa Clara de Palma, Santa María de los Ángeles de Hornachuelos, San Luis de Monte de Peñaflor, San Antonio de Lora del Río y San Sebastián de La Campana. Además, de algunos de dichos conventos se nos narra la vida ejemplar que siguieron muchos de sus frailes y monjas.

El libro completo, que se puede leer on line, descargar o imprimir ,se encuentra en la Biblioteca Virtual de Andalucía, cuyo enlace es el siguiente:

viernes, 16 de enero de 2009

Los grafitos del recinto amurallado de Palma del Río

Artículo publicado junto con Emilio Navarro Martínez en Kerigma, Palma del Río, 2008.



También nos mostró un morisco unas letras árabes, escritas en una tapia deste propio muro antiguo que parecía haber sido hechas con algún hierro o palo delgado, estando la argamasa blanda, al tiempo que tapiaban, en los cuales se contienen palabras del alcorán, que es testimonio de haberse hecho en tiempos de los árabes setarios, y no antes” (Libro 1º, Capítulo V de la Historia de la rebelión y castigo de los moriscos del reino de Granada, 1600).

Con estas palabras se refería el autor de este libro a unos grafitos que se podían ver en uno de los lienzos de muralla más antiguos que rodean el barrio granadino del Albaicin. Se trata de uno de los pocos testimonios que conocemos en las fuentes escritas, que hacen alusión a grafitos medievales con todo lujo de detalles, indicando el soporte sobre el que fueron realizados (el tapial de la muralla), la técnica empleada (incisión), el objeto utilizado (hierro o palo), el tema desarrollado (inscripción coránica), los autores (albañiles musulmanes) y una cronología exacta (durante la construcción de la muralla)" (1). Así, los grafitos entendidos en su concepto más amplio, nos ofrecen una información preciosa imposible de conseguir mediante otros recursos metodológicos. Son una extraordinaria reserva de documentación gráfica que contiene abundante información para el análisis tanto de la cultura material como de la historia de las mentalidades(2).

Mediante la presente comunicación pretendemos realizar una primera aproximación muy general a los grafitos conservados en el recinto amurallado de nuestra localidad, inéditos hasta ahora, los cuales se encuentran muy localizados dentro de la extensa trama de lienzos de muralla almohade. Concretamente, la mayoría de ellos están ubicados en la torre Sur, situada sobre el arco de la C/ Santa Clara.

Podemos realizar una clasificación de los grafitos hallados, dividiéndolos en dos grandes tipologías(3):

- Simbólicos. Quedarían dentro de este grupo los grafitos cruciformes, que incluye una variada gama como pueden ser la cruz aspada o la cruz ansada. De igual manera incluiríamos el signo del sello de Salomón, como signo apotropaico, contra el mal de ojo, o bien con atribuciones cosmológicas y alquímicas(4).

- Zoomorfos. Dentro de esta tipología encontramos los que quizás sean los más bellos grafitos conservados en el recinto amurallado. Nos referimos en concreto a una escena de pesca compuesta por dos barcos con detalles tan precisos como las redes utilizadas para pescar y, por otra parte, el dibujo de una paloma.
Como se puede observar en las fotografías y dibujos adjuntos, a través de una serie de trazos sencillos los constructores del recinto amurallado expresaban sentimientos y estados anímicos, que aunque ahora nos es difícil poder interpretar, no deja por ello de tener un gran valor cultural. La realización de esta catalogación, en definitiva, lo único que ha pretendido es dar a conocer una serie de manifestaciones del hombre, como ser social, condicionado por un medio sociopolítico muy determinado, en el caso concreto de los grafitos.

NOTAS:

(1) BARRERA MATURANA, J.I. "Grafitos medievales en Granada". En Revista Medieval. Nº 22, p. 30.

(2) IBÁÑEZ RODRÍGUEZ, M. Los grafitos del Monasterio de San Millán de Suso. 1998. p. 54.

(3) NAVARRO POVEDA, C. Grafitos y signos lapidarios del castillo de la Mola (Novelda) y del castillo de Petrer. 1993. p. 27

(4) VVAA “ Los graffiti: un patrimonio inédito para el análisis de la historia de las mentalidades”. En Al-Qannis, nº 9, 2002. p. 87.

viernes, 2 de enero de 2009

El choque de los trenes



El 6 de mayo de 1927 se publicó en el periódico Nuevo Mundo un extenso reportaje a dos páginas sobre un terrible accidente ferroviario ocurrido en Palma del Río. Al parecer durante la noche se produjo el accidente entre un tren de mercancías y el Expreso de Andalucía, con el fallecimiento de dos personas que viajaban en el expreso, resultando numerosos heridos de diversa consideración. Resulta curioso cuanto menos observar las fotografías que acompañan el reportaje y ver el estado en que quedaron los trenes. También nos llama la atención la fotografía de los seis limpiabotas que viajaban en los topes del expreso y que milagrosamente salieron ilesos.
Fuente: Hemeroteca Biblioteca Nacional de España

viernes, 26 de diciembre de 2008

El clero de Palma del Río a mediados del siglo XVIII


Llega a nuestras librerías una publicación presentada recientemente, dedicada al clero palmeño en un momento muy concreto como es mediados del siglo XVIII, y editada conjuntamente por Saxoferreo y Cajasol. A través de Una contribución a la historia de la Iglesia: el clero de Palma del Río (Córdoba) en el siglo XVIII, su autora (la joven historiadora Catalina Valenzuela García) realiza un exhaustivo estudio del clero palmeño en ese momento del Antiguo Régimen. Para ello utiliza como fuente primordial el Catastro del Marqués de la Ensenada.

El Marqués de la Ensenada, Zenón de Somedevilla y Bengoechea, fue un político con especial conocimiento de la Hacienda Pública. Nació en Alesanco (La Rioja) en 1702 y murió en Medina del Campo (Valladolid) en 1784. En 1743 el rey Fernando VI le nombró Secretario de Hacienda, Guerra, Marina, Indias y Estado. Al poco tiempo de ocupar estos cargos propuso una reorganización completa de ingresos y gastos de la Hacienda Pública, que además incluía reformas de índole social; es lo que se conoce con el nombre de Catastro del Marqués de la Ensenada.

Este catastro fue una aspiración de este marqués que pretendía establecer el impuesto de Única Contribución, al mismo tiempo que quería eliminar la gran cantidad de impuestos que percibía la Hacienda Real, que veía reducidos sus ingresos por los gastos de cobranza de demasiados recaudadores. Fue una reforma fiscal que intentaba averiguar la cantidad que se cobraba de todos los impuestos y conseguir una estadística de la riqueza de la población del reino de Castilla y León. Con estas averiguaciones se quería hacer un reparto de la contribución entre los vasallos de una forma más justa y equitativa. Para averiguar estos datos se siguieron estos procedimientos:

1. Conseguir de las autoridades de cada población y de peritos, nombrados por los pueblos y por el Estado, respuestas a un interrogatorio de cuarenta preguntas. Estas respuestas se conocen con el nombre de Respuestas Generales.

2. Hacer una relación con las respuestas que daban los vecinos cabezas de familia, de todos los bienes que producían alguna riqueza y el producto que supuestamente se sacaba de estos bienes. Toda esta información quedaba englobada en los libros denominados Respuestas particulares. Con estas diligencias se realizaron dos copias encuadernados, en uno o varios tomos, bajo el epígrafe de Seglares y Eclesiásticos.

Así pues, esta fuente documental nos aporta gran cantidad de datos para conocer aspectos fundamentales de nuestra localidad a mediados del siglo XVIII. A lo largo de las respuestas que van dando los vecinos mencionados vamos conociendo datos sobre sus campos, sus cultivos, sus casas o sus gentes, de qué vivían, así como el número de vecinos, las dimensiones del término y sus límites. De este modo tales, libros se han convertido en una fuente inagotable de datos que nos ayudan a conocer más y mejor la historia local desde tres puntos de vista: económico, político y religioso.

Ambicioso proyecto fue el que emprendió Catalina Valenzuela y, visto el resultado, llevado a buen puerto. Sin duda que este tipo de estudios son muy necesarios para cualquier localidad y esta nueva publicación viene a llenar el vacío bibliográfico existente para este estamento social que fué tan importante durante el Antiguo Régimen.